miércoles, 16 de agosto de 2017

Cerrando el círculo sobre el Sil: El puente colgante entre Requejo y Valiña


Buenas tardes!!

En el día de hoy traemos el último puente colgante sobre el río Sil en el Bierzo. Al menos que tengamos constancia de ello. Decidimos, pues, cerrar el círculo iniciado a finales del año pasado con la visita a los puentes de Villadepalos y Villaverde de la Abadía.

En esta ocasión fuimos a visitar el puente colgante entre Requejo y Valiña sobre el río Sil. Es el puente más largo de los tres que hemos visitado, con lo que nos proporciona también ese vaivén típico con las pisadas. A nivel estructural es muy similar al de Villadepalos aunque tiene más tiempo y por ello está más deteriorado. Se puede apreciar una ligera cojera del mismo a partir de su tramo central, pero es más que seguro su tránsito.

Se puede apreciar que es más largo que los anteriores
En una tarde calurosa de agosto, esta zona en concreto se convierte en un lugar ideal para refrescarse y darse un baño en el Sil. Además de cubrir relativamente poco, el agua refrescó a los aventureros que decidieron darse un chapuzón. Desde la zona de Requejo, que fue desde donde vinimos, hay, además un merendero fabuloso en el que poder comer tranquilamente a la sombra. Está muy bien cuidado y los arboles ofrecen una sombra más que rica que con el breve correr del aire se convirtió en un lugar magnífico para seguir con el reto de terminar el Ulises en este verano.

Una vez cruzado el puente, tenemos una breve cuesta que nos lleva hasta la pequeña localidad de Valiña. Un pueblo que parece que ha quedado anclado en el tiempo y en el que pudimos observar algo que llevaba muchos años sin ver, una cuadra de bueyes en el mismo pueblo.



Aquí se puede observar en perspectiva, mirando hacia la parte de Requejo el puente con personas cruzándolo en ese instante.




Hay una breve cuesta hasta Valiña, eso sí, se nota que está muy desgastada por las rodadas de las bicicletas al pasar. Serán como mucho 50 metros de subida. Arropada por la vegetación que da sombra y lo hizo más llevadero con el calor que hacía.



Tras terminar esta breve subida nos encontramos finalmente con nuestro objetivo, Valiña. El pequeño pueblo tiene muchas casas deshabitadas, otras en ruinas y unas pocas que están restauradas y que son la prueba palpable de que el pueblo continua activo y con vida. Es muy importante no dejar que caigan en el olvido los pueblos castellanos y de España. Han sido y son una parte muy importante de nuestra historia. Julio Llamazares con su Lluvia amarilla lo retrató de forma magistral.


Gran corredor

Preciosas casas restauradas
Al mirar lo que dejamos atrás podemos observar la acción del hombre y su impacto en el medio. Hablo de las dos canteras que se observan desde este pueblo y que constituyen una cicatriz en el paisaje tan verde, variado y tranquilo de la zona.

Cantera al fondo de la imagen
Por último, finalizo con esta foto para rendirle un pequeño homenaje a este rincón del Bierzo que lucha contra el olvido y que gracias al río Sil y al puente colgante que lo atraviesa nos ha permitido conocerlo y ponerlo en valor con esta pequeña aportación.




Muchas gracias a todos!!