martes, 20 de diciembre de 2016

Disfrutando por primera vez con el Catoute en 2016

Buenas de nuevo compañeros!!

En esta ocasión el reto fue coronar la cima emblemática de nuestra tierra. Ascendimos el Catotue desde Salentinos puesto que nos habían aconsejado esa subida por ser más suave que desde la parte de Colinas. El viaje hasta el pueblo de Salentinos fue de poco más de 40 minutos. En una mañana fría típica de estas fechas nos echamos la mochila a la espalda y decidimos disfrutar de una jornada que para muchos de nosotros fue muy especial, puesto que era la primera vez que subiamos la citada montaña.
El pueblo está totalmente empedrado

Preciosa casa típica, con la leña almaceda para el frío invierno
Una construcción que me llamó la atención. Rehabilitada
El paseo desde Salentinos hasta empezar la zona de subida es muy suave y recomendable para todo el mundo. El verde de las montañas sólo se ve roto por pinceladas de la nieve caída y por los refugios que existen a lo largo del camino. De piedra robusta y de pequeñas dimensiones constituyen un lugar ideal para tomar un café bien caliente y poder entrar un poco en calor.
Cuando rememoro la subida a pesar de disfrutar de una compañía envidiable, me queda la sensación de la subida en solitario con la dificultad que supone el realizar un esfuerzo. Los pensamientos casi se acompasan al ritmo lento y pesado de las pisadas. La respiración, a pesar de realizar altos en el camino cada vez es más entrecortada y la fatiga quiere aparecer en cualquier momento. He de decir, que en este caso, la nieve helada dificultó un poco el último tramo de la ascensión. No obstante, la recompensa tras dialogar con uno mismo y con los compañeros, a pesar de hacerse rogar, mereció la pena.
Cartel indicativo del camino. Comparar con la que tomamos en el mismo punto ese día.

Por aquí todo parecia un paseo magnificado por los que lo habían subido anteriormente, estaba "chupao"

Refugio en el camino
Cuando conseguimos llegar a la loma del Catoute para crestearlo pudimos observar y sentir la fuerza de la naturaleza en forma de un viento constante a pesar de la relativa poca altitud. Uno puede llegar a imaginarse lo que pueden llegar a sentir los verdaderos escaladores en las cumbres más respetables del mundo. El viento, el frío y la niebla fueron nuestros compañeros en la cima, no por ello decayó nuestro ánimo puesto que conseguimos llegar todos a nuestro ritmo pero sin pausa y pudimos disfrutar de una sensación única y que es recomendable para todos. Un siente lo pequeño que se es en relación con el todo que supone la Tierra y como con cosas tan pequeñas como un paseo por las alturas te puede llegar a llenar por dentro de una forma que sólo lo puede saber aquel que llega a la cima y se para a mirar los valles y las cumbres que dominan nuestra comarca.



Preciosa estampa, parecen los dientes de una sierra.

Último tramo hasta llegar a la cima

Vista hacia la zona de Ponferrada

Vista hacia Colinas
Cuando el cielo se despejó nos dejó ver la inmesidad de lo que nos rodea

La ruta nos llevó un total de 5 horas 30 minutos aproximadamente, parando para comer y disfrutando de la cima y de los amigos. Dio tiempo a rendir nuestro particular tributo con un Belén y un brindis con champán.
La bajada fue mucho más rápida que la subida y nos sirvió para repasar con la mirada lo que quedaba atrás, sabiendo que no ha sido nuestra última visita, citándonos para aventuras posteriores. Hemos cumplido, pues, con un dicho popular de la comarca y ya somos buenos bercianos puesto que conseguimos subir el Catoute. No obstante, hay que recalcar que se trata de una etapa que no es recomendable para gente que no esté lo suficientemente acostumbrado a andar y a sufrir por desniveles. Los bastones, en el caso de la nieve, se antojaban necesarios para muchos de los intrépidos que como el que escribe estas lineas sufrió un pequeño accidente en forma de resbalón en la nieve. Hay que ser conscientes de a donde se va y qué hay que llevar así como tener muy presente el tiempo y las horas de luz.
A pesar de las dificultades con las que no contábamos, nos sobrepusimos como grupo y pasamos una jornada inolvidable en compañía de los amigos. Las historias y las anécdotas que tuve la suerte de escuchar por el camino me las guardo para mi mismo, como el secreto que guarda el Catoute y que sólo podemos ver y comprender si subimos a comprobarlo.

He escrito poco porque creo que las imágenes hablan por si solas, me gusta pensar que la gente que las ve se imagina como sería para ellos la aventura.

Feliz Navidad a todos, compañeros!

Un fuerte abrazo!!


lunes, 5 de diciembre de 2016

Conociendo el olvido. Lo que el Bárcena nos deja ver.

Buenos días a todos!!

Estamos nuevamente al pie del cañón. Esta vez nos hemos acercado a un rincón de nuestra tierra que permanece anclado y olvidado por el paso del tiempo. Aprovechamos que en este periodo del año el pantano de Bárcena se encuentra en su punto más bajo para descubrir su historia. Decidimos dar un paseo por el antiguo trazado ferroviario de la MSP y ver los vestigios de un tiempo pasado en el que el oro negro era el motor dinamizador de la zona, llegando a construirse la linea ferroviaria Ponferrada-Villablino, que a día de hoy se está intentando recuperar para su aprovechamiento turístico.

Nos centramos en reconocer el terreno y disfrutar de este pedazo de historia del Bierzo que ahora permanece sumergida gran parte del año, en un caso, y prácticamente olvidado lo que se puede disfrutar. Siendo justos, es a la vez una ventaja y un incoveniente que el acceso esté "vetado" para los turismos, puesto que la carretera Congosto-Santa Marina del Sil está abandonada y cada vez más deteriorada.

Decidimos recorrer parte del emblemático trazado ferroviario por su parte más antigua, con un resultado más que satisfactorio y quedando con ganas de más. Pudimos disfrutar viendo el curso practicamente original del rio Sil por estas latitudes, imaginando a cada paso la de vida que tuvo que tener la zona no hace relativamente tantos años. Alguna imagen creo que ayudará a ilustrar estas líneas.

Imagen del primer puente que vemos
Dejamos el coche junto a la fuente que está al pie de la carretera, a pocos metros del mirador que ofrece una visión espectacular del puente y del valle. Bajamos por la primera pista que tenemos hacia nuestra derecha y ya nos metimos de lleno en el trazado ferroviario. Un trazado que por otra parte se encuentra en un buen estado. Llama la atención el aprovechamiento de la vía y en ancho del trazado, quedando la vía más ladeada y una zona lo suficientemente ancha como para que se puedan apreciar a día de hoy rodadas de un 4x4. Como profano en este tema, a mi sólo se me ocurren dos cosas. Un aprovechamiento para las labores de mantenimiento o bien tener planteado en un futuro instalar otra vía ferroviaría. En cuanto sepamos la respuesta os la diremos.


Trazado ferroviario con el tunel al fondo




Entrada al primer tunel
Esa luz que se ve de fondo, es la famosa luz al final del tunel. 200 metros aprox.

Pilares del antiguo puente en contraposición con el puente más moderno

Foto del antiguo puente metálico. Extraída del grupo de Facebook "Fotos antiguas de Ponferrada y el Bierzo"

Estas dos últimas fotos que preceden estas lineas son el pasado y el presente de lo que fue y significó este trazado ferroviario para la zona. Los pilares, robustos se conservan de forma espectacular. Son preciosos.
Nueva imagen del antiguo puente practicamente anegado. Extraída del grupo de Facebook "Fotos antiguas de Ponferrada y el Bierzo
Tras descender al antiguo trazado ferroviario, nos pusimos rumbo dirección Cubillos pudiendo observar el estado de conservación de diferentes tramos del ferrocarril. Fue un paseo ameno, sencillo y hasta un poco aventurero puesto que no es recomendable para personas que tengan miedo a las alturas o se consideren patosas. Me explico, si bien la mayoría de lo que recorrimos fue sin mayores problemas, si es cierto que existen otras zonas que exigen un poco más de técnica y decisión. Lo que no queremos es que nadie se lastime cuando tratamos de divertinos de un forma sana y para el todo el mundo.

Hay zonas que se conservan muy bien, frente a otras que son víctimas de la naturaleza.

El trazado ferroviario por algunas partes ya sólo se puede intuir

Caminando por un muro de contención impresionante. Con una caída actual de unos 10 metros

La historia oral es una fuente más de la que se sirven los historiadores para reconstruir el pasado. Siempre me gustó escuchar cómo trabajaban antiguamente para intentar comprender la dificultad, el empeño y el amor con el que lo hacían. A diferencia de hoy, a pesar de los tópicos, no se trabaja tanto como antes. Mientras camino, me convierto en un espectador de lujo en una conversación entre padre e hija. Cuando miro hacia atrás puedo imaginarme el sonido atronador del tren a su paso por estas vias. El increíble viaje que este padre comenta a su hija cuando era joven, toda una aventura por aquel entonces, cuando viajaba a Villablino en el tren de pasajeros. Pero va todavía más lejos en el tiempo esta conversación, el abuelo de la hija, que vivía en la antigua Posada del Bierzo y con la llegada del pantano se fue hasta Congosto, ese abuelo trabajó en el mantenimiento del antiguo tramo ferroviario. Para ir a trabajar, en sus conversaciones recordaba como tenían que cruzar el río a nado para acudir a su puesto de trabajo. Una revelación impresionante, en un tiempo en el que sólo importaba llevar un pedazo de pan a la mesa y en el que lo demás era irrevelante. Desde aquí le rendimos este pequeño homenaje.

Que insignificante es el hombre



Misma toma desde el puente en este caso. Busquen a los fotográfos
Pasado y presente se fundieron en este pequeño paseo, las historias se cruzan y los pensamientos se vuelven recurrentes. No llegamos a entender como se esta dejando perder este impresionante viaje y llegué en este caso a la conclusión de que la mejor forma de ponerlo en valor es escribiendo estas breves lineas sobre nuestra experiencia.
Como dije anteriormente, fuimos hasta donde pudimos llegar sin ser excesivamente valientes, pero si decides continuar con el paseo en esta época se puede llegar hasta la zona de Cubillos si el agua está lo suficientemente baja y se puede llegar a ver también el antiguo puente de la Nacional VI que también en esta época del año se deja ver una pequeña parte.

Visión de la zona de Santa Marina
Visión hacia Congosto
También citar, que por momentos en este paseo pudimos ver la torre de la iglesia de la Peña en Congosto. En esta última estampa podemos ver el camino que recorrimos en el día de hoy.

Un paseo que duró apenas dos horas y muy asequible para cualquiera que quiera ver y disfrutar del pasado minero e industrial berciano. Para realizar en esta época del año cuando el Bárcena tradicionalmente trae menos agua. A nivel personal una maravilla histórica, poder disfrutar de la tierra ya no sólo conociéndola in situ sino también a través de la historia oral. Esto no hace más darnos un impulso renovador para poder seguir visitando lugares para poder plasmar en lineas visiones, pensamientos y sensaciones de nuestro Bierzo