martes, 29 de noviembre de 2016

Aprendiendo a sufrir y a disfrutar con la Dragoman 2016

Buenas tardes compañeros!

En esta ocasión, la propuesta ha sido diferente a lo que habitualmente venimos haciendo en nuestra tierra. Decidimos volver, una vez más, a asaltar Dragonte. Esta típica prueba de resistencia ya se ha convertido en un clásico para muchas familias y deportistas, que tienen marcado el último fin de semana de noviembre como una cita ineludible.  En la web de la prueba http://www.dragoman2009.org/ podeís ver cómo se ha desarrollado en años anteriores y la historia de la misma.

Hablamos de una prueba que se lleva celebrando desde el 2004 y que a estas alturas llega a congregar a cerca de 1000 personas alrededor de la misma.

Pero vayamos un poco más allá y veamos cómo se desarrolló la misma este año para nosotros, que hicimos dos de las modalidades. La Dragomán Clasic y la versión para andarines.



El día se presentaba como años anteriores, cielo encapotado con una sensación térmica bastante baja sobrevolando el ambiente. No obstante, este año hizo menos frío que en años anteriores. Nos desplazamos hasta Villafranca donde tiene lugar la salida de la prueba, desde el castillo parte la prueba. Una hora antes para los andarines y sobre las 11 de la mañana para el resto de valientes, el pistoletazo de salida se da tras la tradicional arenga del compositor y morador del castillo Don Cristobal Halffter.

El recorrido para andarines y corredores es casi idéntico, si bien los andarines andan un poco menos. Aprovechando el track trazado por un buen amigo, Héctor, vamos a mostrar la diferencia entre ambos. Para hacerse una ligera idea de la ascensión, se empieza a unos 500 metros y se acaba a una altura de 965 metros aproximado, en cerca de 5 km de subida sin respiro, con unas rampas impresionantes para todo aquel que se aventure a pasear/correr en la prueba.
Track Dragomán andarines.
La diferencia de trazado entre una prueba y otra radica en que la Dragon Clasic discurre rodeando por la carretera marcada en el mapa como "espiritu santo" pasando por el tunel de la antigua A-VI antes de comenzar la dura ascensión.

En realidad, la carrera es lo de menos. A medida que se va ascendiendo podemos disfrutar de unas vistas maravillosas con el tradicional contraste otoñal que tantas veces mencionamos. Castaños y viñedos cubren de forma parcial la ladera del pueblo de Dragonte y si miramos a nuestra izquierda mientras ascendemos, podemos ver con una nitidez maravillosa el mencionado contraste. Frente a los verdes pinos, vemos tonalidades apagadas y tristes victimas de la caída de la hoja.
En esta fotografia se pueden apreciar el contraste de colores

Rayos de luz rompiendo del espesor nuboso

En esta ocasión la forma de afrontar la jornada fue diferente, a parte de realizar una actividad deportiva me centré en disfrutar de las sensaciones. La respiración acompasada con el paso, la fuerza de voluntad que hay que tener para no rendirse, el ritmo endiablado de los otros participantes.......la visión de una continua subida que tiene muchos paralelismos con nuestra vida cotidiana, tras mucho sufrimiento superas la dificultad y consigues entrar en meta. A lo largo del camino los pensamientos son recurrentes, inspiradores, reveladores. La gente anima, los tuyos te animan, es una fiesta. Un gran espectáculo que hay que aventurarse a hacerlo.

Foto del paisaje. Difuminamos a los más peques.



Uno piensa que la meta esta cerca. ¿Verdad?
Una vez traspasada la linea de meta, las sensaciones son encontradas. Tras unos metros finales espoleados por la gente que se hacen solos, el esfuerzo pasa factura y cuesta un poco recomponerse. Una vez más y a modo de anécdota, llegamos tarde para el jamón. Se está convirtiendo en una leyenda, se sabe que está pero pocos lo han visto y son menos los que lo han catado. Es algo que tenemos pendiente, cuestión personal ya.
El caldo que nos ofrecen amablemente en el pueblo ayuda para mantener el calor y terminar de recomponerse del esfuerzo. Sólo así se consiguen las fuerzas suficientes para retomar el camino de vuelta. Una vuelta siempre llena de comentarios de la carrera y pudiendo disfrutar de unas vistas impresionantes que anteriormente no pudimos observar. Para ejemplo la foto que sigue a estas lineas. Podemos apreciar el valle en el que se encuadra Ponferrada y gran parte de la extensión de la ciudad. Una óptica diferente a la que acostumbramos a ver.


Al fondo de la imagen, entre la niebla se puede apreciar la Torre de la Rosaleda


El grupo de expedicionarios retornando

En la bajada, también pudimos observar como han llegado las nieves con fuerza ya y miremos donde miremos se ven las cadenas montañosas con un manto blanco que embellecen aún más nuestra querida tierra en esta época del año.

Tras un paseo largo, conseguimos llegar al pabellón para disfrutar del tradicional arroz con el que la organización nos brinda el final de la jornada. Conseguimos reponer las fuerzas lo suficiente como para llegar a los coches y poner punto final a la Dragoman 2016. Víctimas ya de las agujetas, nos esperaba una larga convalecencia en el sofá y a negar en todo momento que estabamos cansados.

Felicitar a la organización por convertir una prueba deportiva en un evento para todos conviertiéndose en parte indispensable en el calendario berciano para todo aquel quiera disfrutarlo de otra manera.

Muchas gracias por todo.

Atentamente

Andrés Rodríguez

martes, 15 de noviembre de 2016

Del puente colgante de Villaverde de la Abadía hasta las maravillosas barrancas de Santalla

Buenas a todos de nuevo compañeros!

Estamos de vuelta y a vueltas con los puentes colgantes. Como nos quedamos tan impresionados la semana anterior en esta ocasión escogimos sin dudar nuestra visita. Y no fue otra que el maravilloso puente colgante de Villaverde de la Abadía.

En esta ocasión fuimos varios los aventureros que nos adentramos a orillas de nuestro emblemático rio Sil para descubrir que esconden esos parajes dignos de película. Las tonalidades del Otoño provocan que todo sea más idílico y de cuento de hadas. En este caso el puente colgante no tiene nada que ver como el de Villadepalos. Es mucho más artesanal, más bajo, más estrecho, más largo y con mucho más baile en su parte central, haciendo sentir a uno como un auténtico explorador. 
El ver saltar a las truchas es algo natural en esta parte del rio que por su modo de saltar cada poco parecía que nos estaban dando su particular bienvenida al lugar.

Vamos a ilustrar un poco lo que vimos.........


Es más rudimentario que el anterior como podemos apreciar

Hay que tener un poco de equilibrio para cruzarlo

Parte central del puente

Vistas margen derecha

Vistas margen izquierda

Ruta hacia las barrancas

Las otras posibilidades de ruta

Vista desde el otro lado, justo cuando una valiente se disponía a cruzarlo

He de decir que en esta ocasión, la señalización para llegar a nuestro destino fue mucho más concisa que en la anterior ocasión. Hasta llegar al puente cruzamos por una pista plantada de perales y una chopera recien plantada. A mi personalmente me llamó la atención el ver las plantaciones de arboles frutales, acostumbrado que estoy a ver castañales o grandes extensiones de vid. Es otro contraste diferente que nos ofrece nuestra tierra y que en temporada da trabajo a muchos temporeros para poder ganarse el jornal.

El recorrido que escogimos en esta ocasión pasó por ir a descubrir las barrancas de Santalla puesto que cuando caminabamos hacia el puente se pueden apreciar al fondo y a una distancia relativamente asequible. Con todo esto nos pusimos en marcha hasta nuestro objetivo con la tregua que nos dio el tiempo, puesto que hizo un día excelente en contraposición al lluvioso día anterior.
El camino hasta las barrancas lo podriamos dividir en dos partes. Una primera parte bordeando el Sil con el ya mencionado contraste otoñal y una segunda parte que ya transcurre por pista.

Precioso contraste de color por el que paseamos

Imagen del rio Sil

¡¡Una seta!!

Imagen de la senda, con cantidad de erizos por el suelo....


Los sube y bajas son constantes

Preciosa la ribera del Sil y la diversidad que ofrece

Una pequeña prueba, ¿Por qué el vaso sigue ahí?

Cambiamos hacia una pista para ir a la búsqueda de las barrancas, al fondo
Cuando nos acercamos a las barrancas de Santalla, lo majestuoso del paisaje nos induce a establecer un paralelismo con las vecinas Médulas. Nada más lejos de la realidad puesto que hablamos de una formación geológica natural, sin acción del hombre. Todo lo contrario de las Médulas.

Parquecito perfecto para poder hacer una parada técnica

Otra formación geológica

Parece el palo mayor de un navío

Hay una abundante vegetación
Podemos observar las diferentes estratificaciones de las barrancas, son arcillosas con lo cual la acción del agua hace mella en ellas provocando que encontremos fragmentos desprendidos a lo largo del camino. También se aprecia como la erosión del agua ha generado una especie de canalillos de agua bastante marcados en el terreno. 
Decidimos subir por uno de ellos hasta donde la vegetación nos dejó. Pudimos observar nuevamente contraste de frutales y castaños. En este caso había numerosos manzanos bien cargados aún. 
Esta ruta desconocida para nosotros significa el poder ver de cerca y poner sentimientos ha algo que particularmente llevaba viendo a diario cuando vendimiaba en Villadecanes. Es tan espectacular como las Médulas, y totalmente natural. Un gran espacio para poder recogerse y gozar en silencio de los placeres naturales. 
La inmesidad de algo así provoca en uno mismo a través de su visión que nos olvidemos de los quehaceres diarios, pudiendo dar paso a escuchar atentamente el latido de nuestro corazón a cada paso que damos. Matices como el sonido de nuestros pasos, el crujir de las ramas secas y el sonido del olvido que sufre este paraje lo hacen único.
A diferencia de las Médulas, la ausencia de visitantes masiva lo ensalza aún más. La sobre explotación del medio turístico "natural" nos hace olvidar el fin mismo que buscamos con este tipo de ocio. Al menos a mi modo de ver se trata de buscar la evasión de lo habitual, la tranquilidad, el silencio, la compañia de los tuyos. Aquí, rotundamente, lo encontramos.
A mí me parece que la figura central es un balcón para admirar el Bierzo

Tras continuar con el paseo y dejar las barrancas atrás, poco antes de entrar en Santalla llegamos a un rincón del pasado olvidado que estaba esperándonos para poner la guinda en el pastel.

Viejo molino
La acción de la naturaleza ha comenzado a hacer mella en este viejo molino abandonado. Casi escondido y tupido por las hojas pudimos acceder al interior del mismo y ver la canalización del agua.

El efecto del pasado

Cuantas horas pasarían aquí esperando

Detalle en la pared: "Fabrica de harinas 1963"

La canalización está tupida y es "víctima" de la naturaleza
Tras esta parada pudimos rodear el pueblo de Santalla antes de volver al punto de partida. En total fueron unos 12 km aproximadamente. La arquitectura tradicional del pueblo llama la atención por las enormes balconadas y corredores que tienen la mayoría de las edificaciones. 

La vuelta, con el ocaso del astro rey, se nos hizo corta.  La aventura por contra fue grande. Grandes formaciones geológicas, el puente colgante, la ribera del rio Sil.....el silencio, el ambiente, el correr del agua, el saludo de las truchas.....todo esto hace de la ruta algo singular y único si acudimos a ella con la mente abierta y con el ánimo de absorver todo lo que nos ofrece este camino. Nos dará sin dudas una satisfacción única y unos recuerdos maravillosos.

A ver a dónde nos llevan en la próxima ocasión.

Agradecer a todo aquel que se molesta en perder unos minutos de su tiempo en leer unas breves reflexiones y divagaciones de un servidor.

Atentamente

Andrés Rodríguez

lunes, 7 de noviembre de 2016

El puente colgante de Villadepalos. Paseo hasta el molino de agua

Buenas tardes a todos!!!!

Este fin de semana especialmente frío y lluvioso que vaticinaba el tiempo sólo ha cumplido parte de los augurios, el frío. Si bien que también ha llovido, nos ha dejado dar un paseo y conocer lo que vamos a exponer a continuación.

Y no es otra cosa que el puente colgante de Villadepalos, sobre el río Sil. Para ser justos esta vez hay que apuntar que la señalización "falla" justo cuando vamos a llegar a nuestro objetivo. O bien porque no hemos sabido nosotros encontrarlo o por el contrario porque en realidad justo donde tiene que estar puesto el cartel del puente colgante no está.
Hasta llegar al campo de fútbol todo correcto, es en ese punto donde nos liamos un poco. Nada que no supieramos superar con la ayuda de nuestra rastreadora particular, como veremos más adelante.

Puente colgante sobre el río Sil
El breve bamboleo al cruzar el puente nos hace sentir como verdaderos exploradores, o eso quiero pensar yo. Un paso de río original y precioso que con la caída de la hoja lo ensalza más.
Margen izquierdo, precioso e idílico (Ida)

Margen derecho al cruzar el puente (Ida)
Una vez superamos el puente y tras sacarnos muchas fotos para el recuerdo, tenemos varias opciones para escoger. Concretamente señalizadas tenemos tres rutas, dos hacía la derecha y una hacía la izquierda. Nosotros optamos por la ruta de la izquierda, marcada como del molino sin saber lo que nos ibamos a encontrar........

Verde que te quiero verde
Lo que nos encontramos fue sensacional. Un paseo bordeando el río Sil por una senda de película. No voy a comentar más, voy a dejar que las imagenes hablen por sí solas.


Aquí sucedió todo, tuve un pequeño accidente. Resbalón.


Tras un breve paseo disfrutando del contraste que nos ofrece el otoño, llegamos a nuestro objetivo el molino. Tenemos ante nosotros una estructura semiderruida y en un estado de total abandono pero que conserva aún el encanto que lo hizo funcionar en tiempos.

Abertura del molino al llegar a su altura, se observa como rastrea nuestra guardiana

Tomada desde arriba, vemos el encanto que conserva el lugar a pesar del abandono

Exclusa o toma de agua

El miedo reflejado en una foto
El molino conserva en su interior bastantes piezas de cuando aún estaba en funcionamiento pero lo inseguro de la estructura, tiene una especie de viga en la parte central que esta combada y sostiene el techo de la estructura, nos invita a no andar merodeando mucho por el lugar.

Por último reflejar un par de elementos que nos llamaron la atención como una liana y un arbol con una forma peculiar, de asiento, perfecto para sacarse una fotografía.

La investigadora indagando en el lugar de los hechos
Arbol asiento + un codo indiscreto. ¿Es arte? ¿Valdrá millones ésta foto?
Con todo esto finalizamos la estancia en Villadepalos con la sensación de quedarnos con las ganas de más, de seguir descubriendo las rutas y perspectivas que nos ofrece el lugar. Asique no tardando mucho volveremos por la zona.
Para finalizar dejamos esta foto que resume el por qué del viaje a Villadepalos. Muchas gracias por todo, repetiremos seguro.